lunes, 4 de enero de 2010

Ser quien se es,

vivir de esta manera, murmurar a ratos aquel nombre,
aburrirse de una pierna,
jugar sin ganas de ganar,
ser tan terco y aún así dejarse convencer,
morirse de risa y vivir de pena.

Sentir que nada se siente…

Combinar la sombra, urgir el final,
ser un círculo de agua,
confesarse un domingo si y uno no,
ser un demente lleno de ánimo,
ocultarse del sol,
comer sin ganas.

Cansarse de lo mismo…

Derrumbarse y seguir de pié,
dormir solo y despertar sólo,
abrir los ojos en la madrugada para comprobar que ella también duerme,
bañarse tanto y tanto como si eso bastara,
cortarse las uñas a escondidas,
ladrar,
creer, con cierto descaro, que es imposible creer.

Saber de su existencia…

Tener miedo, mucho miedo,
hacer de cuenta que eso importa,
viajar sin esperar que al volver alguien te espere,
negar la existencia de dios y aún así pelearle a la contra,
hacerle el amor a la nada,
conjugar el verbo llorar en infinitivo.

Ser feliz de manera tan simple.

Patear la única sombra que te sigue,
ir a un bar y coquetearse a sì mismo y al final no conseguir ni el teléfono propio,
matar pavorreales,
beber barato y vomitar caro,
cerrar los ojos mientras me pongo la pijama,
enemistarse con los menos indicados.

Hablar de la vida como si la pudiera vivir…

Ir colgado del estribo,
caerse de nalgas.

Oler rico del cuerpo, el alma no tiene olor…

Soñar en sentido contrario,
molerse a golpes sabiendo merecerlo,
tener las rodillas ensangrentadas y no haber rezado lo suficiente,
querer que todo siempre tenga sentido,
cerrar los puños y esperar,
ver boca arriba el cielo,
calcular la esperanza,
ver, de vez en cuando, como se desploman los ídolos,
amararse las tripas con nudo reversible,
ser incongruente cuando se ejerce el amor.

Abrir la puerta para que entre el desasosiego…

Cocinar con sazón posmoderno,
estar formado solo en esta fila esperando turno,
seguir escribiendo con dolor de brazo izquierdo,
enojarse sin ninguna razón,
sobrevivir del asco,
desmenuzar la idea,
nadar en lo bajito,
escribir con acentos.

Hacer una metáfora de la esperanza… llegar tarde a la ultima hora.

Saberse desabrido,
intentar la sinceridad,
postergar el encierro.

Creerse salmón, nadar en sentido contrario, perderse río arriba, tomar rumbo.
Ser salmón, nadar con todas sus fuerzas, llegar al origen, estar fatigado.
intentarlo otra vez, una y otra vez…

Cargar siempre con esta forma,
sacarse los clavos de las manos,
clavarse los clavos en el alma,
mojar la cama,
guardar distancia,
perderlo todo,
fingir ubicuidad,
ver miope.

Hacer de la razón una semántica cualquiera.

Extirparse los ojos,
eyacular vidrios,
depilarse el entrecejo,
reír frente a la autoridad,
escuchar voces,
imaginarlo todo,
llevar conmigo esta sangre tan roja,
vivir este mundo tan simple,
desear la mínima expresión,
comerse el corazón a besos,
correr bajo la lluvia hasta ser lluvia.

Ser, en esencia sólo ser. Ser quien se es y sin embargo negarse a ser, a seguir siendo…

Vivir, negar el reto, negarse a la eternidad,
vaciarse sobre sí mismo, derrocar la simpleza, omitir, omitirse…

Ser, siempre con todo este dolor de ser y aún así seguir siendo.

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